Espero ser el último comisario que plantea un proyecto de patente europea". Michel Barnier, comisario de Mercado Interior, inició ayer con esas palabras la presentación de un Reglamento comunitario sobre el régimen lingüístico de la futura patente europea que pretende rematar 35 años de infructuosas negociaciones. El texto, que debe ser aprobado por unanimidad por los 27 países de la UE antes de entrar en vigor, establece que las patentes comunitarias examinen y expidan en inglés, francés o alemán, para reducir los costes de traducción.
"Las 20 lenguas oficiales europeas restantes, entre ellas el español o el italiano, quedarán excluidas de todo el proceso, y sólo se podría exigir al titular de la patente una traducción en casos excepcionales de litigio.
La propuesta, presentada menos de 24 horas después de que España cediese a Bélgica la presidencia de la UE, intenta compensar a los países damnificados ofreciéndoles la posibilidad de presentar una solicitud de patente en otra lengua oficial, con la traducción al francés, inglés o alemán (para continuar el procedimiento) gratuita para el inventor.
Barnier, en defensa de su propuesta, recordó que el 48% de los títulos emitidos por la Oficina de Patentes Europea son en francés y en alemán. Pero es que ese organismo extracomunitario sólo trabaja en tres lenguas.
Fuente: Cinco Días
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