Las firmas que alardeaban de contar con selectos clientes y desconocer la actual situación económica se han visto atrapadas por la crisis que existe. Si a finales de mayo era Christian Lacroix el que se declaraba en suspensión de pagos ante el Tribunal de Comercio de París, la casa alemana de moda Escada anunció ayer que se va a declarar insolvente esta semana por una imposibilidad de pagos que afecta a unos 2.300 trabajadores, después de que fracasara su plan de rescate.
El gigante Chanel ha cerrado dos tiendas en Tokio y ha tenido que despedir a 200 trabajadores, el 10% de su plantilla. Versace acusa también un periodo de incertidumbre. Tras el cierre de sus boutiques en Barcelona y Madrid – tan sólo mantiene la sucursal de Marbella –, la firma se centra principalmente en la moda masculina en España.
IT Holding, propietario de Gianfranco Ferré, Galliano o Just Cavalli, acaba de acogerse a un proceso concursal porque no es capaz de mantenerse a flote y Armani estudia posibles fusiones. Las firmas de lujo caminan con cuidado y esto se ve reflejado también en las pasarelas. Los desfiles de alta costura parisinos han visto reducidos tanto el número de participantes como las prendas de cada una de las colecciones.
Gucci, Carolina Herrera, Louis Vuitton o Chanel han decidido probar suerte con otros accesorios, como bicicletas o artículos deportivos.
Fuente: Routers
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